Costa de africa

Sudafrica y Namibia – Parte III

Perdiendo el Norte

tropico de capricornio
Tropico de capricornio

Un dia despues y tras la ducha seguimos teniendo arena por todos lados, que infierno. Desde Mariental hemos bajado hasta Springbook, unos 670km cuyo final como ya es habitual, hemos hecho ya entrada la noche. En Grunau hemos parado a repostar antes de desviarnos 75km hacia el oeste para visitar el Fish River Canyon. Alli coincidimos con un grupo de BMWeros sudafricanos que estaban haciendo una ruta parecida con 1200GS y Adventures, todos iban equipados con tacos y uno de ellos no paraba de repetirnos que con nuestras ruedas no íbamos a poder ir por los caminos de grava. 

cañon africa
 
Mi hermano y yo nos mirábamos y nos entraba la risa, pero no hubo manera de bajar al hombre del burro. La carretera hacia el cañón era de arena y tierra y una vez allí el paisaje era flipante, pero nos habíamos desviado 150km entre ir y volver y veíamos unas nubes con bastante mala pinta asi que no nos entretuvimos demasiado y nos volvimos a poner en marcha una vez sacadas las fotos de rigor y de haber flipado con una ardilla que disfrutaba acercándose a la gente para pedir comida en plan perrito.
area de descanso sudafrica
Y nada mas volver a ponernos en marcha… la primera chaparrada del viaje, quien decía que no llovía en Namibia? Vaya calada, hemos parado a comer en medio de la carretera en un merendero con sombrilla para intentar secarnos un poco y llenar el estómago, al menos nos lo hemos tomado con buen humor, sobre todo cuando unos mosquitos asesinos nos han atacado despiadadamente intentando comerse nuestros sándwiches de jamón con salsa especial ;-). 
Tras esa parada no pasó mucho tiempo hasta que llegamos a la frontera de Sudáfrica donde nos hicieron bajarnos de las motos y pasar por tres ventanillas colocadas en tres edificios distintos para que en cada una de ellas, casi sin hablarnos, nos pusieran un sello, parecía el un dos tres, «que habrá tras la puerta nº2?».
frontera Sudafrica
Al llegar a Sudáfrica el paisaje cambió totalmente, las rectas infinitas se mezclaban con alguna montaña que nos regalaba un mini puerto con curvas divertidas y sobre todo, lo que mas nos marcó… los ríos llevaban agua!! En Namibia vimos cientos de carteles que señalaban el paso de ríos que parece ser que llevan agua 2 veces al año y que cuando nosotros las vimos no eran mas que cauces secos llenos de arbustos o arena.
Carga coche en sudafrica
Transporte de carga pesada en la frontera
Flores en sudafrica
Casi habíamos olvidado que había mas colores
agra
Cada vez mas civilización en las paradas


Springbook es un pueblo situado en la entrada del Namaqua National Park. Este parque será de los pocos en Sudáfrica que en vez de animalillos por todos lados (que también los tiene), es famoso por sus paisajes y sobre todo por sus flores, que en esta época del año pueblan todo el parque decorando las colinas y las largas extensiones y creando una especie de manta parcheada de mil colores que nos hacían mas amenos los kilómetros a través del mismo. 

 

Ese dGodsview en capetownía hicimos 700km y el madrugón se notó bastante, nos cruzamos Sudáfrica de punta a punta (por su parte mas corta) y yo me empecé a preocupar cuando dejaba de ser consciente de las distancias que estábamos recorriendo.

La entrada a Cape Town fue apoteósica, la ciudad se levanta frente al mar a los pies de una cadena de montañas que nos hacía pensar que estábamos en Pirineos, afortunadamente no tuvimos que entrar al centro y lo único que hicimos fue bordearla. Que caos, los cruces se sorteaban según la ley del morro mas metido o del claxon mas intimidatorio. La gente nos hablaba desde los coches y los niños, por supuesto, se lo pasaban en grande saludando una y otra vez.

Desde alli condujimos 100km más hasta llegar a Hermanus, un pueblillo costero mucho mas tranquilo que la ciudad y donde parecía que de un momento a otro nos encontraríamos al niño de fliper con su bicicleta y sus pantaloncillos cortos.

 

Tiburones blancos en Gaans Bay

6:15 de la mañana y estamos arriba, bueno, mas o menos, la idea era salir a las 7am pero hemos tenido un problemilla al recoger el DNI que ayer dejé como depósito en el hostel y hemos tardado algo mas hasta que he conseguido despertar al de recepción (que se habrá cagado en todas nuestras angustias por la hora que era) y para colmo control policial a la salida del pueblo y el poli que no había visto un carnet internacional en su vida. El barco que nos llevaría a ver tiburones blancos salía desde GaansBay, a unos 47km de Hermanus y llegamos por los pelos.

Cuando salimos estaba amaneciendo y el día se presentaba nublado y todavía con bastante viento, esto nos preocupaba bastante, no eran las condiciones mas favorables para meterte en un barquito a navegar entre tiburones. A las 9am nos montaron en una zodiac vestidos de capitán pescanova y nos sacaron a mar abierto hasta el catamarán que sería nuestro transporte: «Dark Fever». Íbamos a toda leche y con las olas que había el catamarán pegaba unos botes increíbles que no me daban nada de confianza. En nuestra carrera vimos un montón de ballenas que jugueteaban tranquila a pocos kilómetros de la costa, veíamos como movían las aletas y la cola, muy chulo, pero sin desviarnos de lo que habíamos ido a ver, tiburones blancos.
Según nos dijeron, la zona de Ciudad del cabo es muy propicia para la vida de estos escualos (además de para una fauna marina muy variada) debido al cruce de corrientes frías y cálidas tanto del Indico como del Atlántico. Normalmente pasan unos meses cerca de la Dyer Island, donde hay una colonia de focas que les asegura el alimento diario y hacia Septiembre se mueven mas cerca de la costa, lo que hace impracticable el baño a no ser que te sobre algún miembro y lo quieras donar a la madre naturaleza.
 

Al llegar alli y ver esos enormes animales de casi 7 metros de largo y metro y medio de ancho se te corta la respiración. Mediante una mezcla de pescado y agua que olía a rayos atraían a los tiburones y mas tarde les hacían salir del agua echando un cebo (una cabeza de atún) atado con una cuerda. El momento cumbre fue cuando mi hermano se enfundó el traje de buceo y se metió en la jaula para verlos mas de cerca, bueno, finalmente no se veía tan claro como quisimos debido al mal tiempo pero alguna que otra imagen ya se llevó.
Desde George a Port Elizabeth pasa la «Garden Route», que se caracteriza por sus grandes extensiones de paisajes verdes.Dos horas antes de llegar a George llamamos a la oficina de turismo para conseguir un B&B donde pasar la noche. Y asi fue como conocimos a «La mami». Siguiendo las indicaciones de la señora y tras perdernos varias veces llegamos a un pedazo de chalet enorme y precioso situado en la parte «blanca» de la ciudad.
 
 
B&B Garden RouteLa entrada estaba presidida por un arco sin puerta y no había cartel por ningún lado por lo que decidimos llamar por teléfono por si nos habíamos colado y nos echaban a los perros (con la pinta que traíamos, calados hasta los huesos por la tormenta y con las motos cargadas como feriantes, no me habría extrañado). Anne salió a recibirnos a la puerta, no nos habíamos equivocado pero para evitar que mucha gente desconocida entrara en el vecindario, prefería no dar mucha publicidad a su B&B. El sitio era impresionante, en la casa principal vivía ella con sus 4 perros y nosotros nos alojamos en la casa de la piscina estilo familia de Bel-Air. Teníamos una barra americana estupenda y un baño con jacuzzi que hizo que saltáramos de alegría. 
 
Continuara…

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